Antes de pensar en los colores que vas a elegir para pintar, los muebles que necesitás comprar, o cómo vas a decorar tu nuevo depto, lo ideal es que vivas un tiempo en él. De esta forma te vas a dar cuenta de lo que verdaderamente necesitás, no vas a gastar plata de más, y las ideas de cómo terminar de convertirlo en tu lugar en el mundo van a ir surgiendo.
Así que si ya pasaste esta etapa, es el momento de que lo llenes de color y darle mucha mucha onda. ¡Nuestro momento favorito, porque sí, somos fanáticos del color!
Si todavía no sabés si sumar unos, dos o varios colores, te contamos más sobre la técnica 60- 30- 10.
Muchos conocen esta técnica como una regla. Nosotros preferimos llamarla guía porque además de ser flexible, se combinan el conocimiento técnico + tu creatividad.
Si tu casa no cumple con estas proporciones pero cuando la mirás no podés creer lo increíble que está quedando y sentís que es el mejor lugar, esa es la señal correcta. Estás encontrando tu propio estilo.
La técnica entonces, se trata de una guía fácil y rápida para lograr un equilibrio visual entre la elección de colores que se distribuirán en diferentes elementos de la habitación, como paredes, muebles, textiles y objetos de decoración.
Para empezar podés utilizar tres colores en las siguientes proporciones: un 60% de un color principal, un 30% de un color secundario y un 10% de un color de acento.
Color principal: Es el que debe ocupar el 60% del espacio visual. Se usa en la mayor parte del espacio, como paredes, techos o muebles más grandes.
Si tu depto es pequeño podés elegir colores claros que lo harán ver más amplio y luminoso; y si querés ir por un color que no falla, definitivamente elegí neutros.
Color secundario: Ocupa el 30% del espacio y se utiliza en muebles más pequeños, cortinas, almohadones, alfombras, sillones, etc.
Es complementario al color principal. Podés elegir un color que contraste o una variación más clara o más oscura del mismo.
Color de acento: ¡Es el color que termina de darle tu toque de personalidad, estilo y energía!
Acá animate a jugar más y elegí un color súper vibrante que contraste con los dos colores anteriores.
Podés utilizarlo en marcos de puertas, recibidores, una pared de un ambiente, cuadros, lámparas, y deco pequeña.
